¿Qué es un Exploit? Prevención de Exploits

Este artículo explica qué es un Exploit en ciberseguridad. Daremos ejemplos de exploits y explicaremos cómo los hackers pueden aprovechar las vulnerabilidades de las aplicaciones, las redes, los sistemas operativos o el hardware para atacar un sistema. Además, le proporcionaremos consejos para ayudarle a protegerse y a reducir el riesgo de que se produzca un ataque.

 

¿Qué es un Exploit en ciberseguridad?

Un exploit es un software, un fragmento de datos o una secuencia de comandos que aprovecha un error o una vulnerabilidad de una aplicación o sistema para provocar un comportamiento involuntario o imprevisto. Su nombre deriva del verbo inglés to exploit, que significa “usar algo en beneficio propio”. Básicamente, esto significa que el objetivo de un ataque padece un defecto de diseño que permite a ciertas personas crear los medios para acceder a él y utilizarlo en su propio interés.

¿Qué es un Exploit?

Los usuarios a menudo ignoran las advertencias de seguridad de Adobe, Apple o Microsoft con el pretexto de que no tienen tiempo o paciencia para actualizar el software. Esto les expone a más ciberataques, algunos más sofisticados que otros. Cuando no se actualiza un navegador o un complemento obsoleto, se permite automáticamente que un hacker se aproveche de las vulnerabilidades existentes e incluso de las ya descubiertas. Esto le da al hacker acceso total a los datos y al software instalado en su dispositivo. Esta amenaza cibernética no es una broma. Un ataque de este tipo puede tener consecuencias muy graves.

En un mundo perfecto, las aplicaciones funcionarían sin problemas: no se bloquearían de repente mientras estás trabajando y no tendrían fallos de diseño. Pero, en realidad, la complejidad del software suele dejar espacio para que los hackers busquen fallos y los exploten contra el usuario. Pasan meses o incluso años analizando la arquitectura interna de las aplicaciones de software más populares para descubrir formas de obligarlas a cambiar repentinamente su comportamiento. Cuando se descubre por primera vez, una vulnerabilidad de este tipo se denomina exploit de día cero, es decir, un exploit que nunca se ha encontrado antes y para el que el proveedor de software aún no tiene un parche.

El periodo de tiempo entre el primer uso del exploit y la publicación de un parche para solucionarlo se denomina "ventana de vulnerabilidad" y es el periodo de tiempo durante el cual el usuario puede ser atacado sin poder solucionar la vulnerabilidad que ha sido explotada. En los foros ilícitos, los exploits se venden por entre 10.000 y 500.000 dólares, dependiendo de la plataforma afectada y de su popularidad en el mercado.

Cuando un pirata informático "explota" un dispositivo, significa que se ha hecho un uso indebido de ese fallo o vulnerabilidad del software y que se está utilizando activamente contra el usuario.

Los sistemas operativos no son las únicas víctimas, ya que este tipo de ataques se dirigen a cualquier tipo de software, hardware o dispositivo electrónico que pueda descargar archivos de Internet. Algunos de los objetivos más comunes son Microsoft Office, navegadores web como Internet Explorer, reproductores multimedia como Adobe Flash Player, Adobe Reader y versiones no parcheadas de Oracle Java.

Hay dos tipos de exploits: locales y remotos. Los exploits locales son más sofisticados porque requieren un acceso previo al sistema, mientras que los exploits remotos manipulan el dispositivo sin necesidad de acceder al sistema.

 

¿Cómo acceden los hackers al sistema a través de un exploit?

Para detectar las vulnerabilidades y explotarlas, los hackers deben acceder primero al dispositivo. Para ello, utilizan la herramienta más sencilla: la ingeniería social. Manipularán al usuario para que abra un correo electrónico sospechoso o un archivo adjunto que cargue contenido especialmente diseñado en el plugin vulnerable. Una vez renderizado, el contenido suele provocar el bloqueo de la aplicación e instala inadvertidamente una carga útil peligrosa sin la intervención del usuario.

A menudo, los exploits se agrupan en un paquete de exploits, una aplicación web que escanea el sistema operativo, el navegador y los complementos del navegador, busca aplicaciones vulnerables y luego ofrece al usuario el contenido específico de la aplicación.

No es difícil para un delincuente descubrir los problemas de un sistema. Las vulnerabilidades de los protocolos no son identificadas inmediatamente por los proveedores o los expertos en seguridad, por lo que cuando se publica el parche, los hackers pueden haber lanzado ya un exploit de día cero. Los ataques de día cero son difíciles de combatir y se han vuelto cada vez más comunes porque los hackers tienen más experiencia y actúan mucho más rápido que antes.

 

Ejemplos de exploits

Entre las vulnerabilidades más conocidas de seguridad basadas en la web se encuentran las siguientes: ataques por inyección de código SQL, creación de scripts entre sitios, falsificación de solicitudes entre sitios y códigos de autenticación rotos o configuraciones erróneas de seguridad. En general, los exploits se pueden clasificar en dos categorías principales: vulnerabilidades conocidas y desconocidas (o vulnerabilidades de día cero).

 

¿Cómo nos protegemos de los ataques de exploits?

Los exploits a los que nos enfrentamos hoy en día son más agresivos y se propagan por el sistema en apenas unos minutos, en comparación con los exploits de principios de los 90, que no se propagaban con tanta rapidez y eran pasivos debido a la falta de conexión a Internet. Hoy en día, los kits de explotación están ampliamente disponibles en la Dark Web, al igual que otros tipos de malware, por lo que cualquier novato en scripts puede convertirse en un verdadero as.

El problema con los exploits es que forman parte de un ataque mucho más complejo, por lo que realmente son un dolor de cabeza. Siempre vienen con otras sorpresas desagradables e infectan tu dispositivo con algún tipo de código peligroso.

Aunque los especialistas en seguridad y los proveedores trabajan juntos para detectar las vulnerabilidades lo más rápidamente posible y publicar parches para solucionarlas, no siempre pueden proteger a los usuarios de los exploits de día cero. Y lo que es peor, no pueden proteger a los usuarios de su propia negligencia. Puedes tomar cartas en el asunto y hacer siempre una copia de seguridad de tus datos, evitar las contraseñas débiles y actualizar constantemente todo el software. No ejecute nunca versiones vulnerables de los plugins, navegadores o reproductores multimedia. Recuerde que cualquier minuto que "pierda" actualizando su sistema operativo le ahorrará horas de mantenimiento del ordenador cuando ocurra el desastre.

Dado que los exploits pueden propagarse a través de correos electrónicos y páginas web comprometidas, manténgase alerta y tenga cuidado con lo que hace clic. El cortafuegos y el software de seguridad de su ordenador deberían ser un buen comienzo para la protección de primera capa, pero recuerde que sigue existiendo un alto riesgo de exploits de día cero.